El verano es sinónimo de vacaciones, menos personal en oficina, trabajo remoto y una sensación general de relajación. Pero mientras las personas se toman un respiro, los ciberataques no descansan. De hecho, esta época suele representar una oportunidad para los ciberdelincuentes, debido a la disminución de la vigilancia y a errores humanos más frecuentes.
Por eso, es clave contar con estrategias específicas para mantener la seguridad de los puestos de trabajo durante el verano. A continuación, te compartimos las más efectivas para proteger tus sistemas y datos sin importar la temperatura ni la ubicación de tus empleados.
1. Refuerza las políticas de trabajo remoto seguro
En verano, es común que más empleados trabajen desde ubicaciones externas: segundas residencias, cafeterías, hoteles o incluso desde el móvil. Esto aumenta la superficie de ataque si no se toman precauciones.
Acciones recomendadas:
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Obligar el uso de VPNs para acceder a la red corporativa.
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Configurar el acceso solo desde dispositivos autorizados.
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Evitar redes Wi-Fi públicas sin protección.
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Establecer doble autenticación (MFA) en todos los accesos críticos.
2. Actualiza software y dispositivos antes del verano
Muchos ataques aprovechan vulnerabilidades conocidas en software que no se actualizó a tiempo. Planificar las actualizaciones antes de la temporada baja evita incidentes durante periodos con menos personal técnico disponible.
Consejo: Aprovecha junio para realizar auditorías rápidas de parches, firmware, navegadores y antivirus en todos los puestos.
3. Revisa y ajusta los permisos de acceso
Es un buen momento para revisar qué empleados tienen acceso a qué recursos. En vacaciones, algunos roles no estarán operativos, y otros pueden necesitar accesos temporales. Evita el exceso de privilegios.
Buena práctica: Aplica el principio de mínimo privilegio y configura accesos temporales con fecha de expiración.
4. Crea una campaña de concienciación estacional
Envía un recordatorio claro, conciso y amigable sobre buenas prácticas de seguridad en verano. No tiene que ser técnico: basta con cubrir puntos como:
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No dejar el portátil sin vigilancia en espacios públicos.
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No compartir contraseñas ni dispositivos.
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Estar atentos a correos de phishing con temáticas de vacaciones o viajes.
Tip adicional: Incluye ejemplos reales de amenazas recientes para hacerlo más tangible.
5. Activa alertas y monitoreo reforzado
Aunque el equipo esté de vacaciones, tu infraestructura no lo está. Asegúrate de que la monitorización de eventos y accesos críticos siga activa. Configura alertas automatizadas que lleguen a responsables en guardia o backups designados.
También puedes apoyarte en servicios de Security Operations Center (SOC) o MDR (Managed Detection and Response) si no tienes equipo interno disponible.
6. Desactiva usuarios y dispositivos inactivos
Si hay personal que no estará disponible durante semanas o dispositivos que no se usarán, considera desactivarlos temporalmente del sistema o ponerlos en cuarentena digital.
Esto reduce puntos de entrada vulnerables y minimiza riesgos innecesarios.
7. Planifica respuestas ante incidentes en modo vacaciones
¿Sabes quién está disponible si ocurre una brecha en pleno agosto? Ten un plan de contingencia claro con responsables asignados, canales de comunicación y procedimientos definidos para actuar rápidamente, incluso si el equipo principal está fuera.
El verano no debería ser una excusa para bajar la guardia en ciberseguridad. De hecho, es una época donde los descuidos cuestan más. Aplicando estas estrategias, puedes mantener los puestos de trabajo seguros y operativos, permitiendo que tus equipos disfruten de su descanso sin comprometer la integridad del negocio.